Friday, October 9, 2015

Brecha de Tasas de Interés en América Latina (2015)


En Julio del 2015, determinamos las condiciones monetarias en América Latina a través de la estimación de la brecha de tasas de interés. Es decir, determinamos la posición de la política monetaria vigente en relación a su nivel de neutralidad, lo cual nos permitió determinar el grado de expansividad o restrictividad monetaria en cada país analizado. Un breve resumen fue publicado en América Economía*/ en el mismo mes. A continuación el análisis completo:

Brecha de Tasas de Interés en América Latina

7 de Julio, 2015 
  • Brasil y Colombia ya normalizaron las condiciones monetarias, pero Chile, México y Perú aún no lohacen.

  • Mientras Brasil y Colombia reportan brechas positivas de tasas de interés, los otros tres países han hecho sus políticas más expansivas.

  • Chile, México y Perú tendrán que normalizar las condiciones de manera más acelerada cuando las tasas empiecen a aumentar en Estados Unidos.
Las condiciones monetarias en América Latina se han movido en dos direcciones distintas. Entre los cinco países con bancos centrales más independientes, dos de ellos ya enfrentan una brecha positiva de tasas  o políticas en territorio restrictivo, mientras que en los otros tres aún persiste una brecha negativa o política expansiva. Dado el inminente inicio del fin de la era de dinero abundante y barato, América Latina tendrá que normalizar sus condiciones monetarias en dirección restrictiva, y probablemente más pronto que tarde.
Neutralidad monetaria
La política monetaria en América Latina se caracteriza por dos grupos: uno de países preventivos y otro de pasivos. El primer grupo maneja su política de acuerdo a su mandato constitucional con prioridad en la estabilidad de precios. El segundo grupo utiliza la política monetaria más para ayudar a sus economías a salir de la debilidad prolongada, a pesar de que el crecimiento no es parte de su mandato único. Una manera de determinar la postura monetaria de un país es en base a la estimación de la brecha de tasas de interés, la cual determina la posición de las condiciones monetarias con respecto a la neutralidad. Esto implica calcular la tasa de interés neutral con base en la inflación estructural.
La tasa de interés neutral es aquella que permite que la economía funcione a su capacidad potencial. En otras palabras, es la tasa de interés que no restringe ni estimula a la economía. Una brecha negativa indica que las condiciones monetarias permanecen en territorio expansivo, ya que la tasa de referencia es menor a la tasa neutral. Una brecha positiva implica una política restrictiva, pues la tasa de interés de referencia es mayor que la neutral. El producto potencial es el nivel de producción al cual funciona una economía sin generar desequilibrios macroeconómicos. Por ende, cuando una economía funciona a su capacidad potencial, la inflación permanece alrededor de su tasa estructural, que no necesariamente es la tasa de objetivo inflacionario. En los mercados emergentes, los bancos centrales han adoptado un objetivo de inflación que es básicamente un "nivel deseado" y convencionalmente aceptado, pero que en la mayoría de los casos no refleja la verdadera estructura de formación de precios en la economía. En América Latina, por ejemplo, el objetivo más popular es de 3 por ciento, con una variación de más o menos uno por ciento. Entre los cinco bancos centrales más independientes de la región, sólo Brasil y Perú tienen objetivos diferentes.
Así, la tasa de interés neutral –aquella que es congruente con el producto potencial, debe ser estimada como función de la inflación estructural –aquella que es consistente con una economía que funciona a su nivel potencial. Debido a que la inflación subyacente es la tasa observada que mejor refleja la estructura de formación de precios, entonces la podemos utilizar para estimar la inflación estructural. Utilizando el filtro Hodrick-Prescott podemos estimar el componente estructural de la inflación subyacente para cada uno de los cinco países latinoamericanos con bancos centrales independientes, así como también el componente estructural de la tasa de interés real. La tasa de interés neutral nominal se obtiene entonces como la suma de la tasa de interés estructural real (una aproximación de la tasa de interés neutral real) y la tasa de inflación estructural. La brecha de tasas es entonces la diferencia entre la tasa de referencia establecida por el banco central y la tasa neutral estimada.
La postura monetaria actual
Nuestras estimaciones indican que Brasil y Colombia son los únicos dos países de América Latina con condiciones monetarias ya normalizadas e incluso en terreno restrictivo. Estos son los únicos países que actúan de manera preventiva no sólo debido a su inflación interna sino incluso en aras de ganar competitividad de tasas en anticipación al inicio del retiro monetario global. Brasil empezó a normalizar su política monetaria expansiva desde abril de 2013, cuando la inflación superó su límite superior de 6.5 por ciento, entrando en territorio restrictivo en 2014 y volviéndose más restrictiva desde principios de 2015 dado el virulento repunte inflacionario durante el año. No cabe duda  que la economía brasileña se encuentra en recesión, no precisamente como resultado de la restricción monetaria sino como consecuencia de la debilidad provocada por la prolongada ausencia de reformas y modernización. Colombia –cuyo banco central tiene un mandato doble– también normalizó sus condiciones monetarias, con una tasa de interés que empezó a aumentar desde abril de 2014. La política monetaria colombiana cruzó la línea de neutralidad a mediados del año y ha se ha mantenido ligeramente restrictiva durante la primera mitad de 2015. La economía colombiana se desaceleró desde la segunda mitad de 2014 a tasas menores al potencial y la inflación repuntó a niveles mayores al límite superior de 4 por ciento durante el segundo trimestre de 2015.
El segundo grupo de países lo forma Chile, México y Perú, con condiciones monetarias plantadas en territorio expansivo y con economías que se desempeñan a niveles inferiores a su potencial. Estas tres economías no solo no han normalizado sus condiciones monetarias, sino que incluso las han hecho más expansivas bajo el argumento de ayudarle a sus economías a superar la debilidad. Chile, México y Perú son países con un mandato monetario único: la inflación. De hecho, a pesar de la turbulencia financiera generada por los inminentes aumentos de tasas de interés en Estados Unidos, estos países aún persisten en mantener las condiciones monetarias sin cambio y utilizan sus monedas como el único amortiguador del choque financiero. Chile, después de normalizar condiciones previamente, empezó a relajar su política monetaria a fines de 2013 a medida que la economía empezaba a perder aceleración significativamente. Sin embargo, las políticas fiscal y monetaria expansivas empezaron a alimentar la inflación desde 2014 a niveles mayores al límite superior de 4 por ciento, mientras que la economía aún no logra recuperar el crecimiento. Así, la política monetaria chilena entró en territorio expansivo desde mediados de 2014, con una creciente brecha negativa de tasas.
México es otro de los países con debilidad estructural y con un banco central que utiliza persistentemente la política monetaria para apoyar a la economía pesar de que no es su mandato. La falta de cambios estructurales durante la última década y media dejó a la economía en un estado de anemia crónica. La inflación estructural ha permanecido alrededor del objetivo, más recientemente incluso por abajo, aunque no precisamente como resultado de una política monetaria exitosa sino más bien como consecuencia de un crecimiento persistentemente inferior al potencial. La baja inflación ha sido el argumento utilizado por las autoridades para hacer las condiciones monetarias aún más expansivas desde mediados de 2014, y a pesar de ello el crecimiento sigue siendo mediocre. Así, México registra una creciente brecha negativa de tasas de interés. Perú es el tercer país con política monetaria expansiva y con una economía también en profunda desaceleración desde 2014, además de una inflación mayor al límite superior de 3 por ciento. Perú es el único país con un objetivo de inflación más bajo: 2 por ciento, con una variación de más o menos 1 por ciento. Después de normalizar las condiciones previamente, el país relajó su política desde la segunda mitad de 2014, también argumentando que ayudaría a la economía a restaurar el crecimiento.  De aquí que, durante la segunda mitad de 2014, la política monetaria de Perú se volvió cada vez más expansiva, registrando así una creciente brecha negativa de tasas.
Los líderes y los rezagados
Con el inminente alza de tasas de interés en Estados Unidos, los bancos centrales de América Latina tendrán que aumentar también sus tasas. Dado que los países líderes en actuar preventivamente (Brasil y Colombia) ya normalizaron sus condiciones monetarias, los aumentos de tasas serán más moderados en ambos países. Mientras que los países rezagados (Chile, México y Perú) tendrán que aumentar sus tasas de referencia en mayores magnitudes y probablemente más rápido para mantener diferenciales de tasas atractivos en un contexto de creciente aversión al riesgo. De lo contrario, sus mercados de bonos perderán competitividad e impondrán consecuencias más severas sobre sus monedas. De esta manera, las políticas monetarias en la región terminarán por moverse al menos hacia la neutralidad, incluso hacia terreno restrictivo en caso de que las monedas se desplomen de forma más severa. Así, las brechas negativas de tasas que aún persisten en la región están condenadas a desaparecer y probablemente tendrán que volverse positivas.

*/ http://americaeconomia.com/economia-mercados/finanzas/enterese-sobre-la-brecha-en-las-tasas-de-interes-en-latina-elaborada-por-
 

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