Saturday, September 26, 2015

Brecha del Producto y Decisiones Monetarias Incorrectas

La conducción de la política monetaria en algunos países se rige por la existencia de la brecha de producto. Sin embargo, información subjetiva y de interpretación puede llevar tanto a un estimado impreciso como a una conclusión errónea que podría derivar en una decisión monetaria  incorrecta. México y Chile ofrecen un ejemplo ilustrativo en el que una decisión de política monetaria fue tomada en base a una brecha de producto subestimada. 


La mayoría de los bancos centrales toman como referencia al producto potencial para determinar si la economía se encuentra funcionando cerca del equilibrio, y en base a ello determinar la conducción de la política monetaria. Si el producto observado es mayor que el producto potencial (brecha positiva) entonces se infiere que hay un exceso de demanda que derivaría en presiones inflacionarias. Lo contrario (brecha negativa) se interpreta como debilidad de la demanda y por lo tanto ausencia de presiones inflacionarias.

Este es básicamente el mecanismo que siguen las autoridades para la toma de decisiones monetarias, particularmente en México en donde la brecha de producto se ha convertido en el dictador no solo de las decisiones de corto plazo sino también del rumbo futuro de la política monetaria.

El filtro de Hodrick-Prescott (HP) es el método más usado por los bancos centrales para calcular la brecha de producto. Además de que este método presenta un sesgo estadístico que puede corregirse, existen dos problemas que podrían hacer que el estimado de la brecha del producto sea impreciso y que su interpretación esté basada en un análisis incompleto.

Por ejemplo, en el caso en que la corrección se hace a través de agregar información adicional, generalmente se toman las expectativas de crecimiento que el mismo banco central recaba de los analistas económicos. Esta información que es de consenso agrega un componente subjetivo, porque introduce un pronóstico de crecimiento que generalmente se alinea con los estimados oficiales preanunciados por las mismas autoridades. Es decir, el consenso es un seguidor de los estimados oficiales.

Este componente subjetivo pueda generar una estimación sesgada de la brecha de producto. Sobre todo cuando la economía real se encuentra funcionando a bajos niveles pero existen expectativas muy optimistas de los agentes con respecto al futuro –como en el caso actual de México a raíz de las reformas, porque ello resulta en una sobre-estimación de la brecha de producto negativa. Lo cual puede ser interpretado por las autoridades como un margen de holgura mayor y con ello continuar relajando las condiciones monetarias.

El segundo problema tiene que ver con la interpretación que la autoridad monetaria le asigna a la brecha de producto negativa en todo momento, sin considerar las causas detrás del menor crecimiento observado. Por ejemplo, la autoridad establece y concluye que una brecha de producto negativa indica holgura en la producción y en otras variables. Por lo cual no solo dejaría las condiciones monetarias sin cambio, sino que incluso estaría dispuesta a relajarlas para estimular la demanda.

Pero esta conclusión no siempre es correcta, porque una desaceleración del producto observado puede ser el resultado de un exceso de demanda interna que está siendo acomodado en mayores importaciones en lugar de producción nacional. Es decir el producto observado puede ser menor al producto potencial en un ambiente en donde las importaciones desplazan a la producción nacional.

En el caso chileno, a pesar de que las autoridades afirman que la economía crece por debajo de su potencial –existencia de holgura– y de que el filtro HP indica que prácticamente no existe exceso de demanda (brecha cero), la realidad de los datos revela lo contrario: sólida absorción interna y fuerte penetración de importaciones. Por eso es que la inflación subyacente chilena ha presentado una clara tendencia al alza y las importaciones se han acelerado. La debilidad del crecimiento chileno es producto del exceso de demanda.

En el caso mexicano el filtro indica una brecha de producto negativa, lo cual se interpreta como debilidad de la demanda y holgura de la economía, pero la realidad de las cuentas nacionales indica lo contrario. La absorción interna aumentó desde el 2010 al 2013 en casi 1 punto porcentual del PIB, mientras que la penetración de importaciones en el PIB aumentó en 1.6 puntos en el mismo periodo. Es decir, el aumento en la demanda interna fue satisfecho más por importaciones que por precios. Ciertamente los datos de cuentas nacionales solo muestran un ligero exceso de demanda en la economía mexicana, pero nunca evidencian debilidad que justifique un estímulo monetario.

Esto dos casos ilustran que un PIB desacelerado que produce ya sea una brecha cero como en Chile o una brecha negativa como en México no debería tomarse siempre y en todo momento como indicativo de debilidad de la demanda  o ausencia de exceso de demanda, porque conduciría a una decisión de política monetaria equivocada. Es por esto que el análisis de las causas detrás de una economía funcionando a niveles menores al potencial son de extrema importancia para la toma de decisiones de política monetaria correctas.

Irónicamente, Chile y México son los únicos países en la región que se han atrevido a recortar las tasas de interés, cuando el resto del mundo está posiblemente preparándose para hacer lo contrario: subir las tasas.

México ofrece un ejemplo ilustrativo en el que una decisión de política monetaria fue tomada en base a una brecha de producto subestimada por el filtro HP. En marzo del 2013 el banco central decidió recortar la tasa de interés en 50 puntos base, por primera vez desde la gran recesión del 2009. Dicha decisión se basó en el argumento de que la  brecha de producto era cero durante la segunda mitad del 2012, como se establece en las minutas de la reunión de Banxico. Ante la inexistencia de una brecha de producto, la decisión monetaria fue poco cuestionada y fuertemente aplaudida por los mercados.

Sin embargo, un año después, en enero del 2014 la estimación generada con el mismo filtro HP indica que la brecha de producto no era cero sino positiva durante la segunda mitad del 2012 (gráfica 28). Es decir, con información adicional ahora el filtro HP dice que si existía una brecha de producto positiva en el momento en que se tomó la decisión de recorte de tasas en marzo. Esto confirma que la calidad y naturaleza de la información adicional que se incluye a la cola en la estimación hecha por el filtro HP es un determinante importante de la posición de la brecha de producto.

En otras palabras, si la corrección de cola que se hizo en marzo del 2013 hubiera sido diferente, entonces la estimación de la brecha habría cambiado seguramente indicando su existencia, por lo que la decisión monetaria de recorte de tasa podría no haberse tomado en ese momento.  Por lo tanto, sin pretender establecer que la decisión monetaria de marzo fue incorrecta, si se puede afirmar que se tomó en base a una brecha de producto equivocada.  Más aún, si ahora sabemos de la existencia de una brecha de producto positiva a finales del 2012, y que de acuerdo a la interpretación oficial indica la existencia de presiones de demanda, entonces la decisión monetaria de marzo dejó claramente de lado el mandato anti-inflacionario.

Por último, al hacer una estimación propia con el filtro HP con corrección de cola incluyendo los efectos de los cambios estructurales de las reformas sobre la capacidad productiva potencial del país, se encuentra que la brecha de producto negativa durante el 2013 no es tan grande como lo establece la estimación del banco central, pero además la brecha todavía era positiva durante el primer trimestre del año, precisamente cuando se tomó la decisión de recorte de marzo.

Sin embargo al incluir la euforia que las reformas han causado en las estimaciones de crecimiento tanto oficiales como del mercado para los próximos años, el filtro tiende a sobreestimar el crecimiento potencial y consecuentemente arroja una brecha de producto negativa más grande hacia finales del 2013. Esto puede llevar a la conclusión de que la holgura de la economía es mayor y por lo tanto inducir nuevos recortes de tasas de interés a principios del presente año. En este sentido, el filtro HP tiende a decir lo que el cliente quiere oír.

 Esto nos da una idea de que la estimación de la brecha de producto tiene mucha sensibilidad tanto a la calidad y naturaleza de las correcciones de cola como a la subjetividad de la mente detrás de las correcciones.

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